«Lo que más valoro en Grupo Alacant son las personas, sin ellas no estaríamos donde estamos»
Entrevistamos a Vero Mengual. Nuestra compañera de Logística, siempre risueña, nos habla de su trayectoria en la compañía, en la que lleva media vida, y qué es lo que hace, que le ha valido el nombre de «chica para todo»
¿Cómo te definirías?
No sé… (ríe). Yo soy muy mala para definirme. Los que me conocen me dicen que soy “chica para todo” y que siempre ayudo en todo lo que puedo.
¿En qué año comenzaste a trabajar en HELADOS ALACANT?
Era muy jovencita, me acuerdo que llevaba mis botas con los cordones de colores. Creo que era 1999.
Cuéntanos tu trayectoria en la empresa.
Pues entré en el Departamento de Transportes y aquí sigo, pero de lo que hacía a lo que hago ahora…. Ahora hago de todo.
Describe un poco ese todo…
Cuando yo empecé, hacía estadísticas de vehículos, si gastaban más en reparaciones. Hacía las dietas de los conductores, calculábamos rutas, las modificábamos para ver si haciéndose de otra manera era más rentable y si daba tiempo, por horas de conducción y descanso, a que los conductores las hicieran. Vamos, lo que era administrativa de transporte: estudios, gráficas, etc.
Ahora el volumen de ventas es mucho mayor y a lo que es transporte le dedico menos tiempo. Hago más o menos de todo: ayudo a mis compañeras a contabilizar los pedidos que salen desde las cámaras de alquiler, miro el género que está próximo a caducar para informar a los comerciales de ello, para ver si pueden sacar alguna oferta antes de que caduquen; miro lo que ya le queda menos de un mes para caducar, tanto aquí como en las delegaciones, e informo a los bancos de alimentos. Si están interesados en esta mercancía, aviso a mis compañeros para que la preparen y me digan día y hora para recogerla.
Voy revisando, cuando me da tiempo, el stock que hay en SAP comparándolo con SGA, que son los 2 programas con los que trabajamos, y miro a ver por qué hay diferencias, ya que puede ser por miles de motivos y ahí empezamos a investigar. Voy dando por saco, porque no es de mi trabajo, pero como me da tanta rabia que se tire, voy mirando el producto que hay, los bloqueos que tienen y voy bombardeando a todo el personal para que hagan algo. Más de uno pensará “ya está la cansina” (ríe), pero sí, llego a ser muy pesada.
Pues eso, que hago de todo, pero me encanta. Aunque a veces recibo alguna bronca porque hago cosas que no son de mi trabajo y me pilla el toro con lo mío. Menos mal que tengo unos conductores que valen millones y mi Cristi (de RRHH) que me entienden y me aguantan.
¿Qué te motiva de tu trabajo?
Mi trabajo me gusta. Mis compañeros me encantan. No tengo palabras. Yo todo lo que tengo, lo tengo gracias a HELADOS ALACANT. Esta empresa es mi casa, es mi todo, por eso me fastidia las cosas cuando se hacen mal y me alegra lo bueno que nos pueda pasar.
¿Qué valoras más en Grupo Alacant?
Las personas, sin ellas no estaríamos donde estamos. Helados Alacant somos una gran familia y aunque cada vez somos más grandes, esto nunca se debería de olvidar.
¿Qué te gustaría saber de la organización que no conoces?
Yo creo que lo conozco todo (ríe). Mi jefe me dice que siempre estoy metida en todo.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Ahora no tengo apenas tiempo libre. Tengo una niña en plena adolescencia y me lleva de cabeza. Me encantaría levantarme un día viendo el amanecer en la playa. Solo pido eso y este año casi casi lo cumplo si no se me llega a romper la caravana.
¿Cómo te ves en unos años, personal y laboralmente?
En lo personal, espero adelgazar un poco, bueno un poco bastante (ríe). Laboralmente, a mí que no me cambien nada. Me encanta mi trabajo, aunque hago de todo y me meto en todo. Y tengo unos jefes y unos compañeros que son lo más.
Recientemente sugeriste donar helados al centro de vacunación en San Vicente ¿cómo se te ocurrió esta idea?
Nosotros donamos a todos los bancos de alimentos: Barcelona, Alicante, Valencia, ….Yo realmente plantee poder donar a los colegios, pero resulta que me vino Luis, mi conductor de ruta larga y me dijo “Vero, he ido a vacunarme y como me han visto con el camión me han dicho que a ver si les llevamos algún día algunos heladitos”.
Al día siguiente me dijo lo mismo Sergio, de tienda, y ahí fue cuando se lo comenté a Pilar Matea y de ahí surgió. Pilar consiguió el congelador; nuestro Alfonsito, de Comercial, al que siempre le pido todos los favores, lo rotuló, lo llevó y lo enchufó en el centro de vacunación. Ya una vez allí, todos los martes en la ruta de Alicante, mis conductores Juanfran e Iván, se encargaban de cargar el helado y llevarlo al centro para tener contentos todas las semanas tanto a los enfermeros como a los pacientes que han necesitado un refrigerio dulce.